Sobre los deseos hemos recuperado un texto que, por aquel entonces al igual que ahora, da mucho que pensar, pues lo que realmente se desea desde un lugar interno desconocido e incontrolable por lo consciente, puede cumplirse... Atardece en El Palmar (Cádiz)
Cuidado con lo que deseas...los deseos son el motor de la vida, la fuerza primitiva generadora de acontecimientos que pesan en el tiempo. Los deseos son efímeros o eternos, incorpóreos, intangibles y vuelan por el aire, saliendo de corazones y mentes en finos hilos de palabras o en acciones concretas envueltas en todo tipo de formas, pues los deseos son algo de lo mas variado. Los deseos son el tesoro de quien los desea, los sueños que ocupan tiempo, a veces al alcance de las manos a veces tan lejanos e irreales como imposibles.
Aquellos sueños imposibles...aquel sueño al que renuncias en tu consciente pensando que está alejado, intocable, aquel sueño al que no prestas acciones conscientes para que no genere la fuerza que activa su motor.......aquel sueño intenso y hermoso aparcado como un coche antiguo, no porque no funcione pues su motor está a punto y su pintura nueva lacada , sino por su valor histórico que lo convierte en un manjar que merece la pena ser degustado en su momento.
Aquel sueño del que hablo que ya es este, no se resigna en su morada e inconscientemente hace acto de presencia, dejándose ver claramente en los momentos en que nos sentimos más vulnerables y por supuesto cuando no nos lo esperamos. Se manifiesta porque quiere ser libre y para ello es necesario sentirse realizado, pues a veces es tal su fuerza que aplastan desde el subconsciente toda probabilidad de retroceso y se materializan cuan grandes son.
Este sueño entró así en mi vida...a veces los deseos que vemos más imposibles y que por ello ni siquiera se les presta atención, vienen a darnos una bofetada en la cara primero, para acariciarnos después suavemente con el aire fresco que se mueve al contacto con la piel de la cara. Los deseos se encuentran en el lugar más oculto y más privado de nuestra mente, a la que guía el corazón. Los deseos que a veces se expresan son falsos o no son del todo ciertos, y los que se callan o no se cuentan enteros son los más deseados......mientras más imposibles éstos sean más los callamos y sentimos pánico solo de nombrarlos.
Si dices tu deseo no se cumple...pero cuidado con lo que deseas...
El mundo de los deseos me apasiona por su ambigüedad y recelo, por su morbo y encanto, por la magia que desprende verlos cumplidos: mas hay que tener cuidado con lo que se desea pues a veces ni siquiera imaginamos como son los sueños cumplidos.
Lunes, 10 de noviembre de 2003.
Remasterizado para el blog el sábado 8 de marzo de 2008.
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